Yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz. Lo que yo quiero, es que mueras por mí.
Yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero ni Venecia sin ti.
No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas "volvamos a empezar";
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacho de ojos tristes,
es que mueras por mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario