El tiempo pasa. Los recuerdos se desvanecen. Los sentimientos cambian. La gente se va. Pero el corazón nunca olvida.


Vivo lo que imagino…

sábado, 18 de junio de 2011



 Era fácil comprender que ahora cada uno tenía  que seguir su camino por separado…
 Mis rodillas se acurrucaron contra mi pecho      y mi cabeza se reposo sobre ellas y llore, llore  por desgracia, llore por esperanza, llore por  desamor, llore por tristeza y por realidad.      Ya no sentía más su respiración tranquila...      se había ido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario