viernes, 7 de octubre de 2011
Si hay de algo de lo que me acuerdo, es de su voz tan suave. Esa voz que no se eleva aunque esté enojado, molesto o esté discutiendo... una voz que me alegro varias mañanas y largas noches. La recuerdo como un suspiro en el cuello, una marca grande en la piel, y como una canción libre sin autor que todo cantante quiere poner melodía. Sin dudas me dormía tranquila, imaginaba cuentos infinitos con finales siempre felices donde los personajes, por supuesto, éramos nosotros...
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10/07/2011
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