- ¿Sabes? Hoy ha sido el mejor día, el mejor regalo inesperado que podías darme...
+ ¿Por qué piensas eso? ¿A qué regalo te refieres?
- Sin darte cuenta me has dado la dulce oportunidad de volverme a enamorar de ti.
Todo se volvió silencioso, ella no se lo esperaba pero, aún así, ansiaba el día en que lo escuchara por primera vez. Las lágrimas brotaron, una a una, y él se paró a recogerlas mientras clavaba su mirada en sus dulces ojos. Ella lo cegó con su maravillosa sonrisa y sellaron aquel día con un beso lento, tierno, apasionado... Sí... uno de esos besos que solo pensaban que pudieran darse en las películas...
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