El tiempo pasa. Los recuerdos se desvanecen. Los sentimientos cambian. La gente se va. Pero el corazón nunca olvida.


Vivo lo que imagino…

lunes, 4 de julio de 2011

Echar de menos la infancia es comprender que 
las heridas en las rodillas duelen menos que las heridas en 
el corazón.

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